La dignidad humana se puede transferir o cambiar

La dignidad humana se puede transferir o cambiar

Desventajas de la dignidad humana

La nuestra es una época de cambios y trastornos masivos. La pandemia actual está provocando trastornos sociales y crisis existenciales. Además, la digitalización avanza rápidamente y el cambio climático es cada vez más evidente. ¿Cómo podemos proteger y reforzar las cualidades humanas para seguir creando una vida que merezca la pena? Este es el tema de nuestra conversación con el Dr. Christof Bosch, Presidente del Patronato de la Robert Bosch Stiftung, nieto del empresario y fundador Robert Bosch.

Ejemplos de violación de la dignidad humana

Los derechos humanos son derechos morales que todo individuo en el mundo posee por el simple hecho de ser un ser humano. Al reclamar nuestros derechos humanos, estamos haciendo una reclamación moral, normalmente a nuestro propio gobierno, de que no pueden hacer eso, porque es una violación de mi esfera moral y de mi dignidad personal. Nadie -ningún individuo, ningún gobierno- puede quitarnos nuestros derechos humanos.
Provienen del hecho de que no sólo somos seres físicos, sino también seres humanos morales y espirituales. Los derechos humanos son necesarios para proteger y preservar la humanidad de cada individuo, para garantizar que cada persona pueda vivir una vida digna y una vida digna de un ser humano.
Fundamentalmente, porque todo el mundo es un ser humano y, por tanto, un ser moral. La mayoría de los individuos, si se les muestra que están violando la dignidad personal de otra persona, tratarán de abstenerse. En general, la gente no quiere hacer daño a otras personas. Sin embargo, además de las sanciones morales de la propia conciencia o de la de los demás, en la mayoría de los países del mundo existe una legislación que obliga a los gobiernos a respetar los derechos humanos básicos de los ciudadanos, aunque no estén dispuestos a hacerlo.

Cómo se establece la dignidad humana en una sociedad

Las respuestas a estas preguntas no están claras, ya que hay definiciones de dignidad que compiten entre sí y, como señalan Holmovera et al. (2007), a menudo es más fácil definir lo que constituye una violación de la dignidad que dar ejemplos de lo que es la dignidad. Jonathan Mann, por ejemplo, dividió las violaciones de la dignidad en cuatro categorías: 1. ser ignorado o insuficientemente reconocido; 2. ser visto pero sólo como miembro de un grupo; 3. tener el espacio personal transgredido involuntariamente; 4. la humillación (citado en Horton, 2004).Sin embargo, ha habido varios intentos de definir la dignidad. Se ha descrito como:
«215 Cualquiera que sea el progreso de la técnica y de la vida económica, no podrá haber justicia ni paz en el mundo, mientras los hombres y las mujeres no se den cuenta de cuán grande es su dignidad, pues han sido creados por Dios y son hijos de Dios.Mater et Magistra, (Cristianismo y progreso social), Carta Encíclica del Papa Juan XXIII, 1961

Derecho a la dignidad humana

El principio de la doctrina social católica de la dignidad humana consiste en comprender que cada uno de nosotros está hecho a imagen y semejanza de Dios, lo que significa que cada persona tiene una dignidad humana innata -te mana o te tangata- que nadie puede quitarle.
La dignidad humana se otorga gratuitamente a todos los seres humanos; ya sean santos o pecadores, encarcelados o liberados, poderosos o marginados. Cristo murió por todos, para que todos puedan tener plenitud de vida y, por tanto, toda vida humana se considera sagrada.
Nuestra humanidad común exige que respetemos y defendamos la dignidad de todos y cada uno de los seres humanos. Todos los demás derechos y responsabilidades se derivan de esta dignidad. Este principio se considera el aspecto central de la enseñanza social de nuestra Iglesia. La idea de que cada vida tiene valor es compartida con los Derechos Humanos Internacionales, que también son universales, inviolables e inalienables.
La salud mental y el bienestar es un asunto muy frecuente en nuestra sociedad. Nueva Zelanda tiene una de las peores tasas de suicidio del mundo y el estigma que rodea a la salud mental hace que sea un reto hablar de ella. Tanto si experimentas algún problema de salud mental como si conoces a alguien que lo hace, es muy fácil perder de vista la dignidad humana innata que todos tenemos.

Entradas relacionadas

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad